viernes, 27 de marzo de 2015

Y, cuanto bajaste?

No me puede doler tanto la pregunta, pero es así. Subí de peso en mis mini vacaciones, y la pregunta la hizo mi marido. Fatal. Mi cara de terror, y la no respuesta fueron una respuesta. Se me pasa la vida y sigo gorda. Se me pasa el año y sigo gorda. Cada año sueño con ir a peregrinar con 20 kilos menos y no sucede. Cada año sueño que voy a poder pensar en ser madre, si me atacan las ganas, y no puedo, porque un bebé no entra en una casa gorda. A veces pienso, todas bajan, menos yo. Mi vecina de la costa, que era un tonel, ahora parece una calaverita. Y me salió decirle, todas están más flacas, menos yo. Siempre es así. Porqué? Porque hago las cosas mal, lo sé. Pero porqué no bajo aunque las haga bien? Hay días donde me desespero,,,,, hoy es uno.
Estoy en un momento de tomar decisiones, y una obligatoriamente debe ser bajar de peso. Necesito estar flaca. Sentirme bien, con este envase. Miro fotos de bariátricos y me quiero matar. Veía las fotos de mi vecina, en bikini, y me quiero matar. Veo fotos mías, las pocas que hay, y me quiero matar. Terrible!
Hoy  empecé bien, café con leche con un pancito con queso crema y mermelada light. Tocan trámites otra vez, voy a llevarme manzanas en la cartera. Tengo que encontrarle la vuelta a esta rosca que es solo mía. Ya tengo que encontrarla, se me acaba el tiempo!

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