lunes, 17 de noviembre de 2014

Fotos, como no me saco más?

Como era de esperar, el momento de ver las fotos es detonador. Es como si me hubiesen cegado con un golpe de puño en la mandíbula, de esos que no solo atontan, sino que desmayan.
Casi lloro de la tristeza de verme. Porque sí, soy una boya, podrían ponerme dentro del Río de la Plata para señalar el camino a Uruguay, y nadie se daría cuenta de que soy una persona, bastaría pintarme de rojo, o de amarillo y negro y listo.
Voy a ser más gráfica:

Ahora, tomémonos las manos, y lloremos todos juntos: yo soy la boya negra que está en medio, al lado (para colmo de males) de la flaquita de rojo.
DIOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
Estuve pensando, y en cada uno de los brazos, voy a tatuarme La divina comedia, y en el otro, las Mil y una noches. Entran, y sobra espacio.
Me deprime soberanamente, verme tan obesa. Pienso que estuve peor, y me dan ganas de llorar.
Pienso que seriamente, tengo que dejarme de joder e ir de Ravenna, dado que no quiero operarme, ya no es que no me dejan, sino que no quiero. Psico me decía el otro día, se dio cuenta tu familia de que estás más delgada? Por Dios Psico querida, se nota que ya me tiene afecto!!!! De verdad que me doy asco en esa foto. Y eso es muy triste, porque estoy hablando de mi.
Así que tomémonos las manos, y lloremos juntos, me recibí y era el ballenato de la fiesta!

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