Hermosa mañana. Arranqué con sobresaltos: me desperté 7.06 y mi horario de ingreso al trabajo es a las 7.00. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAWWWWWWWWWWWWWWWWWHHHHHHHHHHHHHHHHKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKK.
No importa. La realidad es que terminé acostándome a la 1 de la matina, y mi cuerpo quería sus 6 horas reglamentarias. Vine tranquila y ya estoy trabajando. Lo bueno del asunto es que ayer volvimos a caminar con mi vecina. Una horita, que a puro chusmerío pasa rápido. Lo loco es el bienestar que da el ejercicio y la poca memoria que uno tiene para forzarse a hacerlo para luego sentirse mejor. Lo bueno es que el grupo refuerza la práctica. Y aparentemente, se nos va a unir más gente. Estoy contenta. Sirve que una arrastre a la otra para hacer gimnasia. La alimentación bien, y el ánimo también. Voy a hacer cosas buenas este año. Creo que ya estaré lista para matricularme este viernes. Me tendré que inscribir, y comenzar a volar. Voy a saltar a la pileta, espero que haya al menos un poco de agua. Pero tengo que arriesgarme, sino me voy a morir, sin saber si alguna vez pude hacer algo bueno por mí y para mí. No queda otra.
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