lunes, 15 de diciembre de 2014

Comienzo del plan Ravenna híbrido

Nobleza obliga, no hay que mentir! Hoy empecé a cuidarme otra vez, y hasta la tarde todo fue bien. Y a la tarde, el plan dice que tengo que merendar una cosita (literalmente una cosita, un café con dos fetas de queso, por ejemplo). Y ahí tengo un problema, porque a la tarde mi cuerpote me pide que coma un mamut con alguna hoja verde, por el colesterol! Literalmente, podría comerme un mamut! Tenía muchísima hambre y en vez de elegir bien, elegí para el okote. Me comí dos alfajorcitos de maicena, con dulce de leche, que me trajo de regalo mi suegra de un viaje. Costumbres argentinas, italianas, y de cuantos países más? Porque regalar comida? Es así, mi voluntad es un pastel de merengue que se derrite ante el primer escalón que hay que subir. Mal. Pero, luchando con el mamut, no resigné el día, caminamos una horita con Psico, y la cena estuvo muy bien.
Conclusión: Estoy yendo hacia el camino de las rosas amarillas. Veremos en cuanto llego al Mago de Oz.

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