Para vencer la depresión del domingo, no hay nada mejor que tener cosas para hacer. Y como dice el título, ser madre hace que uno venza cualquier obstáculo, sean ganas de acomodar la casa, coser, hacerse las manos, lo que sea. Mis hijos ya no pueden seguir viviendo en ese medio de agua enrarecida y van a empezar a lastimarse. Por eso, manos a la obra. Contará como ejercicio cambiarle el agua a una pecera de 100 litros? Creo que sí, espero que sí!!!!
Estoy fatal... Fuimos a un restaurant de comida judía, que no podía estar en otro lugar que en Palermo, y fue una delicia! Muy parecida a la comida armenia o a la árabe. En la puerta tuve una epifanía y se la conté a mi marido: estas cosas son las que nunca más podré hacer si me opero de manga gástrica, o by pass. Quiero eso? NO. La respuesta es rotunda, no quiero eso. No quiero no poder hacer cosas, por estar flaca. Quiero estar flaca para poder hacer otras cosas. La meta es difícil, teniendo en cuenta que todos los días hago cagadas, pero tengo que darme un voto de confianza una vez más. Volveré a intentar con Ravenna. Y otra cosa que pienso hacer en mis mini vacaciones de diciembre, es empezar zumba. Tiene unos horarios de mierda, pero quiero ver que le hace a mi cuerpo bailar frenéticamente en un gimnasio. Y quien te dice, engache crossfit por enfermarme con el lugar. Veremos, que sucede. Veremos, ahora a mover el culo, sigo sin hacer otra cosa frente a la pc. Me esperan muchas cosas, tengo que arrancar ya!!!!
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