miércoles, 10 de diciembre de 2014

Tal como lo temía: desmayo

Y sí, después de un día largo, con una noche más larga, sueño de cuatro horas o menos, y el día de trabajo con una hora extra, lo que iba a suceder, sucedió. Me desmayé, literalmente, quedé muerta en la siesta. Dormí dos horas y media, y ya estoy lista para un nuevo día!
Resulta que ayer fue la despedida del 2014 del trabajo. Me tocó organizar cena, y de verdad que salió todo espectacular! (a pesar de que la tormenta parecía que nos iba a volar del restaurant!)
Fue un éxito, les gustó a todos y la pasamos muy bien! El problema es que hoy había que trabajar, y el día fue larguísimo, todos teníamos sueño y en un punto mal humor, porque no había forma de estar despierto.
Diciembre es fatal, está repleto de festejos, despedidas, casi como si se terminara el mundo. Me está resultando imposible hacer dieta. Mañana tenemos cumpleaños en el trabajo, y siguen las comilonas. No puedo más! Voy a volver a probar comer como un pajarito, veremos como me sale. Creo que voy a comer concientemente, y volver al ejercicio hasta el 1 de enero de 2015. Por Dios! No falta nada! Y el 2 de enero arrancaré otra vez con Ravenna, pero esta vez en serio. Tengo que poder hacer lo que hacen tantos, tengo que poder hacerlo.
No puede ser que cada vez que tenga un evento tenga que hacerme un vestido porque no quiero gastarme 456394449 millones de pesos en comprarme un vestido decente de mi talle. Eso no va más. Por supuesto que para el evento me hice otro vestido, que de verdad quedó hermoso, elegante, el cuello quedó raro pero quedó muy vistoso! Y otra vez hubo fotos, y son fatídicas. Ni vestida de negro parezco un poco más chica!
Ya voy a estar mejor, estoy convencida. Es eso, o terminar recibiendo baños de esponja, porque no pueda lavarme la espalda por las mías!


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