martes, 14 de octubre de 2014

Street fighter

Y sí, si tuviese que elegir un cuerpo para tener, no sería el de Kate Moss, ni el de Jolie en este momento donde parece que la última sopa la tomó antes de conocer a Brad Pitt (el de troya, en pollerita!), sino que me encantaría tener el cuerpo de una luchadora del superjuego noventoso que amábamos, el Street Fighter:


Me causa mucha gracia cuando alguna chica que hace tres ejercicios de bíceps teme "crecer" y quedar con el brazo de Nadal, o parecer He-Man (el dibujto denota mi edad....)
Como si fuese tan fácil!!! Y este post nace porque hoy cuando fui a caminar con mi compañera que está nuevamente al borde de la psicosis, porque le volvieron a cambiar su medicación psiquiátrica, me miré las piernas en los espejos 3d del ascensor. Tengo celulitis en la parte delantera de las piernas! Dios mío, que pasó? Es que jamás tuve ese problema que vengo a descubrir ahora. Uno nuevo! Estoy al borde del colapso nervioso, porque no me sale una bien......
A pesar de la bronca que todavía me queda, voy a seguir, y seguir y seguir. Seguir caminando, seguir intentando la dieta, seguir haciendo cosas que me lleven a estar mejor. Pero como le decía hoy a mi psico-compañera, es bastante agotador poner gotitas,y mas gotitas adentro de un vaso para verlo medio lleno, y que a pesar de todo siga estando vacío. 
Cansa, sobre todo entender, que esta es una condena de por vida. Y digo condena, porque el que lo vive lo entiende así, porque cansa remar, remar y seguir remando, y a pesar de eso, seguir parado en el mismo lugar.
No me voy a rendir, porque todo en algún momento tiene su recompensa y esto es una carrera de resistencia y no de tiempo.
No obstante, puedo comunicar oficialmente que sigo de malas, y que tengo el culo plantado hacia el norte. Los patos volados y el alma cansada de pelear con un gigante que no se cansa nunca, que es esta puta gordura que me cansa y me quiere sacar las ganas. No señora, no va a poder. No voy a bajar la guardia, me lo tendré que tatuar, pero voy a seguir. Voy a seguir por mí, porque algún día llegará la recompensa. Estoy convencida, a pesar de todo, de que ese día llegará. 

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