miércoles, 2 de abril de 2014

Feriado, y la cabeza de gordo piensa: feriado de la dieta!

Hoy en casa, sin la rutina de todos los días. Hermoso, si, peligroso también. Cada vez que pasan estas cosas, me doy cuenta de que ser obeso es algo mas que meterse comida como loco, sin pensar en que nuestro cuerpo no la necesita, porque recién comimos, o porque ya se terminó la porción que nos tocaba hoy. El gordo pasa planificando en el final de su comida la siguiente, o dice, mmmm, como me comería unos pastelitos, un heladito, lo que sea que le genere ese placer que uno que come para vivir no entiende....
Hoy voy a luchar contra mi gorda haciendo las cosas bien, comiendo lo que debo sin nada mas. Voy a respetar lo que me toca, sin chistar, sin patalear porque el resto del mundo puede comerse unos churros y a mi me toca una sola galleta de arroz con un poco de queso. Voy a intentar no perder esos 400 gramos que se fueron hoy (nótese el cancherismo del número, no lo puse en letras!).
La realidad es que hoy me doy cuenta de la cantidad de boludeces que comía sin registrar. Punto para mí. Ir de la nutricionista, y decirle, es que yo no como para estar tan gorda, y verle la cara a la mina pensando: a cuántos le dirás lo mismo!! y lo peor de esa situación es que realmente, yo pensaba que no comía de más, y lo peor peor, de esa situación, es que a pesar de saber que si registraba cada bocado me iba a dar cuenta en qué la estaba chingando, no lo hacía. El gordo siempre se comió una "galletita", una "pizzita", un "vasito de coca", y así, nos vamos metiendo "kilitos" por los que después lloramos....
Es algo para afirmar: el gordo siempre, pero siempre, es amigo de los diminutivos. Salvo, en las porciones! En algún momento de toda la previa de empezar la dieta, una odontóloga me dijo: - a mí me da bronca no poder controlar las cosas que dependen de mí-. En ese momento, la tuerca que tenía suelta en la cabeza se acomodó, y pensé, eureka! Tiene toda la razón, esto depende de mí, y de nadie más, porque no puedo? Si puedo ser la mejor amiga, la mejor empleada, la mejor estudiante, la mejor hija, la mejor hermana y no puedo hacer esto, una dieta, que es por mí? No sé al resto, pero a mí me cuesta soberanamente mucho hacer cosas que me hacen bien. Siempre hay una lista interminable de cosas antes que yo, antes de lo que necesito, antes de lo que tengo que hacer, porque decidí que tengo que hacerlo. Y lo peor, es que el mundo va acostumbrándose a esa disponibilidad full time que uno ofrece, y después se olvida que también nosotros, a veces, cada tanto, también necesitamos algo, aunque no sea más que un, te ayudo? estás bien?, no como un formulismo que usás cada vez que te cruzás con alguien, sino de verdad, esperando instrucciones del otro para mejorarle la vida. Es muy difícil, y toda esta historia también puede tratarse de eso: de correrse del lugar de "asistente" del mundo entero, para protagonizar la propia historia. Qué boluda, puse comillas!!! Y que se le va a hacer, es que soy gorda!!!!


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