jueves, 4 de septiembre de 2014

A pesar de todo, y en el peor día de dieta, sonrío

A veces parece que es una broma del  destino, o que, pero justo hoy el hermoso de mi marido me dijo, estás más flaca. Hubiese querido ver mi sonrisa! Porque puede haberlo dicho todo el mundo, y puede haberme alegrado un rato, pero que me lo diga él significa dos cosas: que de verdad bajé. porque salvo raras excepciones, los hombres no suelen darse cuenta de esas cosas,  o que  el ejercicio de a poco va haciendo alguna cosa con mi cuerpo, o no sé.
A pesar de que hoy oficialmente fue el día atracón, comiendo como bestia o no sé si tanto, pero tratando de medirme todo me parece mucho, estoy contenta y decidida a hacer mejor las cosas de acá en más. Tengo que prepararme para noviembre y para el resto de mi vida. Esto no se termina cuando llegue a pesar lo que debo pesar, esto es una cinta de Moebius que no parará jamás. Lo sé, porque alguna vez fui flaca o algo similar a flaca, y podía usar strapless sin que pareciese un jamón que lo pelaron para cortarlo, añoro los strapless, sobre todo en el verano que tengo tantísimo calor.
Tengo imágenes de mí, en esa talla que me ponía tan contenta. Quiero verme otra vez así, alguna vez. Tengo ropa que va a avisarme cuando llegue a ese peso y no quiero ser como tantas mujeres que guardan esas cosas hasta que finalmente las usa alguna hija, o una sobrina, o alguien que entra en una prenda donde a una le entra solo el antebrazo. No!!! Definitivamente no. Estoy aprendiendo a respetar y admirar a la gorda que a pesar de todo, se viste lindo, se anima a aprovecharse de su escote, o de su culo, o de sus piernas. Yo no aprovecho nada. De verdad, con la grasa vinieron dos tetas de mayor tamaño, tetas que flaca no tenía. El culo siempre fue importante, ahora está enorme. Las piernas, de a poco vuelven a tomar forma. Pero no puedo, supongo que me da verguenza. Recuerdo un verano, cuando mis traumas se ve que estaban a full, pasé muchísimos días con saquitos, para que no se me vean los brazos. Traumada yo? Para nada! Hoy no me importa, y hasta el año pasado me animé a usar monos, que no me favorecen para nada, pero que son tan cómodos como estar en pelotas. Este verano voy a estar mejor que el pasado, y así seguiré, hasta que algún día, como ya pasó en otra época, el hombre de mi vida me vuelva a decir, Bruja, estás flaca en serio! Él no debe acordarse, pero yo si. Y ese día va a llegar algún día, y voy a estar contenta. En el mientras tanto, y a pesar de la panza manta que me acompaña hace años, soy feliz. Y que se haya dado cuenta de que estoy un poco menos gorda, me agranda la sonrisa. Qué loco! Una sonrisa jamás es gorda, una sonrisa siempre vale la pena.......

No hay comentarios.:

Publicar un comentario