jueves, 25 de septiembre de 2014

La humillación pública

Día lindo. Lindo clima, buen humor en general, en la oficina también, todo genial. Pero no todo puede ser perfecto....... 
Tuve que traer un centímetro, porque estamos en proceso de compra de nuevos uniformes, y tuve que medirme. La cara espectante de mis compañeras fue tremenda. Era como cuando estás esperando la nota de un final, esa cara de querer saber y también tener la certeza de que puede ser un desastre.
Terrible! Primero pensé en tomar mis medidas en privado, e informar a los vendedores mediante un discreto mail personal. No es una opción válida, sobre todo si la empresa tiene un procedimiento de compras y eso lo lleva adelante un comprador. Lo bueno de todo es que el comprador está a mi cargo, y no creo que sea tan idiota de revelar semejante dato a la sociedad. Lo malo es que él, y todas las demás de la oficina saben que oficialmente, y medidas mediante, soy un tonel!!!!!
Dibujen, si gustan. 
Busto: 117 cms.
Cintura (debería llamarse cintura?) 104 cms.
Cadera: 122 cms.

Dios! Se me achican las tetis, y la cadera y la pseudo cintura sigue igual? Qué mundo cruel!!!!
De todas formas, agradezco los cambios, pequeños, grandes, a esta altura no importa, que se vienen generando.
Porque en otro momento, una situación así me hubiese hecho llorar, poner roja de verguenza, encerrarme en la heladera a comer.
Hoy me importa un carajo! El escarnio público a veces sirve para tomar el camino depresivo, y otras para aumentar las ganas de estar mejor.
El comentario de mis chiquitas fue, al menos mantenés una proporción! No pude menos que reírme, esas palabras ya las escuché y es un gran consuelo saber que uno es una heladera, pero una heladera armónica.
JUAAAAAAAAAAAAAAAJAJAJAJAJJAJAJAJJAJAJJA

No importa, voy bien, voy a cambiar, voy a resistir, y no me importa la humillación pública, lo que no me mata me fortalece!

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