lunes, 1 de septiembre de 2014

Dios los cría y el viento los amontona

Como no podía ser de otra manera, mi compañera de caminatas también es una freeky. Es mucho más grande que yo, debemos ser un par gracioso de ver, porque ella está en los 50, y tiene un hijo de 23, lo que me coloca más cerca del hijo que de la madre. Pero de verdad que aunque seamos pintorescas, me hace bien, me arrastra a mover el culo cuando me quedo meditando si no sería mejor acomodar la casa, planchar ropa, y todas esas cosas espantosas que hay que hacer aunque no guste en una casa. Me obliga a no dormir, me obliga a salir al frío, al aire libre, y a descontracturar un rato el cerebro.
Hoy tocó caminar, y entre charlas sobre  retocaditas, hilos tensores, y plasma rico en plaquetas, la hora se pasó volando. Nos pusimos un nuevo objetivo ahora, y es caminar al menos media hora, pero todos los días. Ella está a un kilo de su objetivo y es ordenada con la dieta. Yo estoy a exactamente 40 kilos de lo que quiero pesar, y en este instante pienso, cómo voy a hacer?  A menos de que venga el mago Lalo y me corte 1/3 de mi cuerpo, eso no es posible en el corto plazo.....Ni en el medio!!!! Qué  hacer Dios querido! Dieta? Si, yo se que sí. Pero si me pongo a pensar en lo que falta, me voy a pegar un tiro, o me voy a hacer consultas de incógnito con un cirujano, tomarme un día de spa, operarme, y volver cortada a la mitad, o con un par de agujeros en la panza, que mágicamente me van a hacer bajar unos 30 kilos en tres meses, llenarme la vesícula de piedras, quedarme pelada por unos meses, para después renacer como el ave fénix y tener cintura por una vez en la vida...
No sé. Hoy la escuchaba quejándose de no pasar de 69, y mi respuesta fue un suspiro, y decirle que yo con 69 kilates sería Gatúbela. El pasto siempre es más verde del otro lado del alambrado,,, es ley!
Por lo pronto, otra vez me toca sacarme las canas y con mucha bronca, el mechón azul. Parece que estoy grande para esas cosas, y de verdad me calienta, no me gusta que se juzgue a la gente por lo que tiene encima, por el color de pelo o por lo que se pone para vestir. Pero lamentablemente, me toca vivir en sociedad, y trabajar en un lugar donde mi demencia es inadecuada.
Otra vez será, en mi próxima reencarnación solo voy a tener el pelo de colores fantasía, 234 piercings, y todo el cuerpo tatuado. Ahora me toca ser una señora grande y responsable, será que estoy vieja ya? Dios, gorda y vieja, no lo resisto!!!!

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