miércoles, 3 de septiembre de 2014

La tía solterona

Todas tenemos una tía que por alguna razón, decidió no casarse, no tener hijos, vivir sola o con algún familiar. Parte de mis visitas de hoy, fueron a esas tías. Las amo por supuesto, y me aman. No las entiendo, a Dios gracias, no entiendo como piensan algunas cosas, y como ven el mundo, como nos ven al resto de los humanos que habitamos la tierra y que no pertenecen a su micromundo. Como buenas tías solteras, camino a ser viejas, son de las que hacen un sincericidio mortal ante algo que no les gusta, les cae mal, o no va dentro de sus parámetros. Y estoy acostumbrada a escuchar las frases más mortales sobre mis actos, sobre mi apariencia, sobre mi vida, sobre todo. Opinar sigue siendo gratis. Hoy, después de un mes y un poco de no verlas, yo no llevo la cuenta, ellas sí, una de ellas me dijo que estaba adelgazando y que se me notaba. De repente, me brotó un sonrisón enorme. Ella! Justamente ella, que en la primavera no ve las flores, los pajaritos y el sol, sino que nota las alergias. Ella, que detesta casi el 90% del mundo, porque no es como ella quiere. Justo ella! Me puse contenta. Vi también con ellas, el componente genético de la panza. Es más, a una de ellas le regalé un pantalón que ya no uso, porque me siento prisionera en una cárcel y porque además nunca me sentí cómoda cuando lo tenía puesto, y le quedaba bien en la parte de la panza y la cola, y enorme en las piernas. Buu, pauta de que yo tengo unas piernotas gigantes que acompañan mi zapan...... es bueno eso? Una nutricionista una vez me dijo, ponete contenta, que al menos conservas las proporciones! Juaaaaaaaaaaaaaaa, consuelo de tontos! No importa, ella estuvo contenta, mi otra tía también, y yo también. Porque a pesar de todas las diferencias, y como en todos los ámbitos, lo que importa es el amor. Y ellas me aman, así, loca como estoy, y yo las amo, locas como ellas están. Es simple la vida, la complicamos nosotros al mirarla......

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