lunes, 15 de septiembre de 2014

Esperando el milagro

Lunes, vuelta al orden. La balanza no está siendo mi compañera, pero no voy a ser tan idiota de pesarme a la noche. Hoy, una hora de caminata, y mi compañera ya me está dando miedo. Me habló de la necesidad de caminar, supongo que está tomándolo como un espacio terapéutico, no sé. Qué genial mi talento para ser vórtice y que todos los psicópatas vengan a mí!!!! La hermosa noticia del día es que estrené mis Asics: son lo más!!!! No me dolieron los pies, y eso que estoy usando mis plantillas viejas, las nuevas llegarán recién el lunes. Qué pensará el traumatólogo de mis stilettos? Ni se los voy a mencionar, para qué? Todas sabemos que los stilettos son contranatura, pero son para un rato nomás....
La mitad de los días quedo en proyectos, ganas, solo ideas. Quiero hacer un millón de cosas, y no me alcanza. Y una vez que paro, me duermo, o me cuelgo en la pc. Cómo hacer Dios, para que me alcance el tiempo? Ojo, todas boludeces, o cosas de la casa, o cosas para hacer con las manos. De la consultora, no avancé ni dos pasos, gorda de mierda, siempre evadiendo lo que es para mí. Soy un saco de promesas, pura potencia. Cuando mierdas voy a poner primera y salir del letargo?
Algo de todo lo que tengo pendiente, tiene que salir a la luz. Ayer escuchaba a Lanata, que no sé para que lo miro, para terminar el domingo con gastritis de la impotencia que me da este país, y dijo algo que quedó resonando en mi cabeza: el miedo al fracaso es una pelotudez, porque no importa lo mal que te vaya, siempre te vas a volver a parar y empezar de nuevo. Es tan grande mi miedo al fracaso que postergo el primer paso por miedo a caer? Y sí, no soy licenciada en letras por el miedo al fracaso. Por el miedo a que dirán esos profesores que en otro momento creí que eran más sabios que Borges, cuando en realidad eran unos tipos que sabían muchas cosas, pero nada más que eso. Ahora me toca superar el miedo a fracasar, o a triunfar, porqué no. Porque que me vaya espectacular, también tiene su lado malo en mi cabeza loca. Porque sentiría culpa por todos aquellos a los que la vida les da pocas oportunidades o ninguna. Qué infumable puedo ser por favor,,,,,,
En mis delirios de Madre Teresa, madre del mundo, protectora de los débiles, me olvido de mí y de lo que yo necesito. Me parece que sin dudas, voy a tener que volver a terapia!!!!!!

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