sábado, 21 de junio de 2014

Alexander Supertramp

Como verán, conseguí la película. Uno de los de la oficina me la grabó. Por Dios, que tristeza!!!! Me dejó un sabor muy raro esta peli, y de verdad que saber que no es la creación loca de un escritor, sino que esto realmente pasó, me da escalofríos. Es imposible que no le den ganas a uno de agarrar tres o cuatro cosas, y largarse. Ver que terminó muerto y que entendió algo importante solo al borde de la muerte es terrible:
Pobrecito!!! Es tremenda la historia, no quiero imaginar el dolor de los que se quedaron esperando que vuelva, y el dolor de saber que la muerte  llega y que a uno le toca solamente esperarla, que no hay nada mas que hacer.
Tremenda, valió la pena el tiempo que tardé en conseguirla. Creo que a cualquiera de mi edad, y en este sentimiento constante de extrañamiento con la propia vida, con estar haciendo algo que no es para uno, y que cada día tiene menos sentido, con querer estar en la naturaleza mas tiempo, con todas esas cosas, esta película le vuela la peluca.
Muchas veces siento esa dicotomía que vive en mí, del salvajismo puro y la frivolidad absoluta. De vivir en patas en la costa, sin usar ni una ojota, y de comprarme la máscara para pestañas ultra archi genial, porque la necesito, cuando en realidad no necesito nada.......
Me indigna escuchar el me necesito en donde en realidad va el quiero. Querer es una cosa, necesitar otra. Eso yo lo entiendo, pero la mayoría no. No necesito una tele más grande que mi pared, en todo caso, necesito un abrigo porque hace frío, o una cama para dormir porque tengo sueño. Pero esas pelotudeces que nos hacen necesitar mediante la publicidad, supongo que es el centro del meollo. Todos somos plastilinas permeables a esa publicidad de mierda que nos vende otro celular, cuando ya tenemos uno. Por Dios!!!!
Alexander Supertramp, podés estar tranquilo, una semillita tuya vive en cada uno de los que nos rebelamos al menos un poco, con este sistema de mierda!!!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario