jueves, 19 de junio de 2014

Título

A pesar de todas las luchas internas por no triunfar y no ser mejor, porque de eso se trata un poco esto, llegué a cumplir el segundo objetivo después de recibirme, que fue gestionar el título. Por Dios! Que demora! Seis meses enteros, dos, porque la gente de títulos se toma enero y febrero para descansar, por esas cosas del destino, y tres meses y 19 días por mi pereza, paja mental y mis ganas de no hacer cosas que me lleven al éxito. Claro, si el título era el único impedimento para largarme al mundo sola, porqué iba a tramitarlo? Increíble pero real. Y el éter confabula conmigo. Hoy cortaron nuevamente una ruta que debía tomar para ir a la universidad a hacer este trámite. Pensamiento automático: No voy.  Se complica. Trabajo hasta tarde y listo. Pero como todo, con un poco de tiempo se solucionó. No me quedó otra. Prometí salir temprano, para llegar bien a una autopista que se embotella y crispa los nervios. Casi lo logro, casi. Estuve unos cuantos kilómetros a paso de hombre, primera, segunda, freno, primera, segunda freno, y así, hasta que finalmente, como un muffing hecho de autos y cemento, y camiones, y bondis y motos, y todo, avanzamos lentamente. Llegué, y en media hora tenía todo resuelto. Las mieles de pagar para que hagan todo más sencillo para uno. Así que tengo que escribirle a mi ex psico, para decirle que cumplí con lo que había prometido. Desde que cortamos, jajaja, pasaron dos semanas solamente. Será que se aceleran mis tiempos de respuesta? No lo sé, solo entiendo que estoy cada vez más cerca de volar, ya es hora. La dieta perfecta, hasta que la cagué a la tarde comiéndome una porción de torta que para no tirarla, como buena gorda, me traje a casa. Muy mal, y encima fue torta con ranitidina, para ahorrarme la acidez que me da el dulce de leche. Evidentemente, no soy gaucha. El dulce de leche me detona mi estómago gastrítico. Salí de la facultad con una sonrisa, de haber cumplido con la tarea propuesta. Y fue loco, la gente me miraba. Todas caras de tedio, terribles, de asco, de cansancio sin sentido, un horror. Las caras de odio de la gente cuando preguntaba donde estaba la oficina de graduados eran tremendas. Y mi cara de placer, sabiendo que se acerca julio, y no me acecha ningún examen! Bobos!!! No se dan cuenta de que los exámenes reales vienen después, cuando uno se recibe y teniendo un oscar en la mano, tiene que hacer algo con eso! 

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