domingo, 1 de junio de 2014

Cumpleaños y atraconazo

Recién llegada del cumple de una de mis ahijadas, al borde de la explosión estomacal! Qué cosa terrible, cuando uno va a una fiesta, y obviamente, es gordo, come sin acordarse que el estómago es una bolsa, que tiene capacidad limitada. No sé realmente si fui una de las que más comió, es más, estoy casi segura de que no, porque había gente alrrededor mío que claramente comió más que yo. Pero a esta altura de las cosas, y habiendo estado al menos un par de meses, o casi tres haciendo una especie de dieta, mi estómago se enoja cuando le cae comida para dos, y la paso mal. Salvo eso estuvo bien. Otra cosa que noto, es que no estoy acostumbrada a los tumultos ni a un montón de gente gritando como loca, y sin parar. Llegó un momento en que me quería ir, sin dudarlo. Por suerte, le pedí a mi compadre (qué palabra del orto) que cortara la torta, y tuve suerte, soplamos las velitas y me fui corriendo. Los adoro, adoro a esa familia. Pero un domingo, sobredosis de gente? No, Dios mío, no da!!!! Mañana vuelvo al pucho cero, ni una pitada, ni un cigarrito a la noche, ni nada. Pucho cero. Y mañana también vuelvo con Ravenna. Voy a volver a darle sentido al nombre de este blog. Vuelvo con Ravenna, y que la Virgen y los santos me acompañen!

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