lunes, 23 de junio de 2014

La dicha del sueño

Estoy nueva, debe ser porque dormí más siestas el fin de semana que en el resto del año!!!! Es increíble como repara dormir. El lunes arrancó bien! Abrí la oficina, cosa que se repite en menos de un mes, y es raro pero es bueno. Espero que sea un buen augurio para esta semana. Espero que se me pasen las ganas de rajarme a la mierda, porque se hace un poco más difícil la vida diaria. Espero encontrar el camino que me lleve a ser plenamente feliz sin escapar de la vida que tenemos. Será posible? Me parece que para eso debería internarme 5 meses en un templo budista y ser fan de toda la religión, porque para un occidental es casi imposible. Hay que renovar el uniforme en el trabajo, y como siempre, la gorda debe adaptar su cuerpo pochoclo a lo que compre el resto. Qué complicada la vida del gordo, por favor. Camisa, a menos que sea elastizada, no va. Una mama puede hacer saltar un botón y dejar a alguien tuerto de por vida. El pantalón, uffff, complicado. Gracias a Dios existe la gabardina elastizada, y eso hace que sea un poco más sencillo el asunto. Blazer? Dios, que entre en alguno. No sería más fácil no comer por tres meses y probar de nuevo?
Seguramente que sí. Veremos, que saldrá del nuevo uniforme. Por lo pronto hoy comeré frutas y verduras, para que este cuerpo enorme se desinche, lo único que comí fuera de especificación fueron galletitas, de esas para enfermo. Pero es evidente que a mi cuerpo, las harinas no le gustan. Limpiemos el sistema entonces. Mañana veremos que dice la balanza. Esta semana voy a perder tres kilos al menos. Por decreto. Hace rato vengo estancada y necesito un envión. Porque de estar así a que se vaya todo a la bosta hay un paso. No quiero perder lo que gané, así que voy a hacer algo para conseguirlo. A laburar, que a menos que me paguen por escribir el blog, estoy en infracción en este instante!!!!!!!

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