sábado, 7 de junio de 2014

La stessa cosa

Me pesé en la nebulosa del sábado, recién levantada. Igual que ayer. Que se yo, ya me canso de que la cosa sea tan lenta. No importa. Aunque parezca una boludez, para la mayoría de los mortales, quiero llegar a las dos cifras. Patético no? Y si, de un tiempo a esta parte soy patética! Todavía ni siquiera hice el intento de comprar el espejo. No hice grandes esfuerzos por recuperar el cargador de la cámara, que me posibilitaría sacarme fotos y ver, en una pantalla, lo enorme que soy. Quedé contenta de ver esa foto carnet del orto, y notar que mi cara vuelve de a poco a tener contornos no circulares. También me dí cuenta del paso del tiempo: los contornos van pareciéndose a los de Maléfica, angulosos, lamentablemente, estoy poniéndome vieja. Y pensar que a esta altura el plan era estar flaca, quizá al menos pensando en tener un pibito, con algo armado laboralmente propio, pisando fuerte en la vida. Y me encuentra gorda, sin ganas de ser madre, y con miedo a largarme con la consultora. Que puta puede ser la respuesta de la vida a muchas de esas ilusiones de juventud, teniendo en cuenta que uno no tiene conciencia a esa edad de lo que cuesta cada cosa. Es patético luchar contra el sueño, y a esa edad el sueño es algo que no importa. Cómo cambia todo, por favor!
De la nueva promesa de dejar el cigarro, solo pude reducir la cantidad. Dios mío, me cuesta tanto.......
El resto bien, todo lo demás, está bien, tengo una sensación de paz muy grande, que espero que dure por lo menos mañana, para poder estar juntos y disfrutar de esta vida que armamos.
Él me hace feliz, a pesar de todos, a pesar de todo lo que pueda pasar. Quiero estar al lado de este hombre hermoso, hasta el final de mis días. Ojala que sea así.

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