lunes, 19 de mayo de 2014

A pesar de todo, lo que importa es la actitud

El diablo mete la cola. Hoy vino un proveedor, y trajo facturas. Y la gorda me poseyó, y me comí dos. Chiquitas, sin crema ni dulce de leche, lo que implica un cambio, pero comí. Puta madre. Pucho cero. Hoy debe haber otro cambio. Ya. Urgente. No voy a fumar en todo el día, el problema es que no vino Rudolph Giuliani a hipnotizarme, ni nada. Solita y sola debo aprender. Hay algún cambio de actitud de todas formas, porque a pesar de ser un tonel, hay tipos que me miran. Es raro. O por ahí me salió un greemlin en la espalda y no me dí cuenta. Será 100% actitud? Hace un mes, parecía el hombre invisible, porque nadie notaba que estaba presente. El otro día me siguió uno en un auto! Por favor, es raro para mí, hace años que no me seguía nadie, todavía me acuerdo y me sonrojo! A los 20 me pasaba. Una vez, un pibe vino unas 10 cuadras atrás mío, solo para decirme que era hermosa. Y ahí pienso, me sentí tan bien conmigo que me abandoné como una bestia? Qué es lo que paso? Porqué llegar a este extremo? A veces uno de verdad no sabe que pasa, o que le pasa en la cabeza. Pienso en mi marido, y en que muchas veces le reclamo porque no es cariñoso al extremo, como era antes. Y a pesar de que me duela, esta obesidad debe tener mucho que ver. Ya no puede ni siquiera ponerse celoso de mí, para qué? A cuento de qué? Y esas cosas atentan por supuesto, a mi amor propio, inexistente de por sí, y más ausente en esta situación. Quiero cambiar, quiero volver a ser bella. Quiero ser bella de todos lados, no solo una cabeza bonita. No solo una mina inteligente. No solo una tipa con un humor fatal. Quiero ser bella también en el envase. Vamos a por ello!

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