Melancolía

Siempre que me acuerdo de mis años mozos, me vuelve la melancolía. Una cantidad enorme de recuerdos, preciosos, porque de verdad los recuerdos feos de la juventud no existen o deberían ser suprimidos si los hay. Empiezo a entender a toda la gente que mira de costado a los jóvenes, porque supongo, comienzo a ser una de ellos. Que me cambien de banda en la obra social, ya debería darme la pauta de que entré al camino sin retorno de la adultez sin más, sin joven, sin gracia. Ayer justamente le decía a mi marido, que nos acercamos a esa edad que me da un miedo atroz, y son los cuarenta y pico. No sé porque, pero me da miedo, los treinta y pico tienen onda, para mí, pero no le veo la gracia a llegar a los cuarenta y tantos. No sé, crisis de la edad? Por favor, si ni siquiera cumplo años!!!!! Supongo que lo que añoro de la juventud, es esa alegría inmensa, aunque no haya motivos aparentes, ese estado de absoluta impunidad ante todo, porque solo importa ver que haremos hoy, mañana, sin presiones, sin planificar más allá de lo inmediato. Supongo que añoro la piel lozana, sin arrugas ni una mancha, impecable, que añoro las minifaldas inmorales que nadie criticaba, porque quedaban bien o porque me querrían ver el orto, que siempre fue en mi cuerpo como lo más mirado. Es que antes de la obesidad, era carente de tetas. Salieron junto con la gordura, y ante la ausencia de tetas, el mundo declaradamente te mira el culo. Es ley.
Supongo entonces que la añoranza es a todo eso, a sentirme bien, sin la presión de tener éxito en algo, sin la tensión de que se me pase el cuarto de hora para formar mi empresa y tener  éxito también en eso, de estar bien corporalmente antes de que la edad me mande a estar como el culo porque manda natura, y no hay chances de esquivarle tanto a la vejez, infefectiblemente llega.
No sé, una semana extraña es la que comienza hoy. Que ocurrirá? Alguien, quien sea, que me tire un balde lleno de ideas, necesito respuestas para este carnaval de preguntas!