domingo, 4 de mayo de 2014

Y de nuevo es lunes

Mañana otra vez oficina. Ufffff. Cada vez que voy al mar sueño con vivir allá. Sueño con despertarme y tener tremendo paisaje para disfrutar. Es cierto que la gente que vive allá casi ni se asoma. El mar no recibe visitas de los residentes, y sí de los que huimos desesperados del concreto. Es muy difícil para mí la vuelta. Me pasa cada vez que voy a un lugar y vuelvo a casa. Adoro estar en mi casa, pero el entorno siempre me parece violento. Sin árboles, sin pájaros, todo, todo es cemento. Es alienante. La oficina después de un fin de semana largo va a estar pesadita. No importa, lo que verdaderamente importa es que pude hacerlo. Pude ir a ver el mar y bajar 100 cambios, y hablar horas y horas, y solamente, que el tiempo pueda transcurrir. Hoy fue un domingo tranquilísimo, encerradísimos en casa, disfrutando de volver a estar juntos. Creo que mi vida no tendría mucho sentido sin él. Podría estar en la ciudad más hermosa del mundo, pero si él no está, probablemente la belleza no se descubriría para mi. Espero que podamos volver pronto, rápido, para que pueda descansar también. A veces no entiendo desde donde saca las fuerzas para aguantar su día a día, infinitamente más pesado que el mío. Espero poder ser la compañera que merece. Espero hacerlo feliz, y que todos los días valgan la pena por el solo hecho de estar juntos. Espero ser un poco mejor, hoy, mañana y siempre. Espero que los años pasen, y seguir siempre, tan enamorada como hoy.

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