lunes, 5 de mayo de 2014

Alguien que me ponga las pilas de nuevo

El día fue bastante desastroso. Laboralmente, bien, todo bien, sin problemas. Alimenticiamente, con hambre canina. Desde mañana vuelvo a las porciones exactas que me hicieron bajar. Sale de nuevo la fiera enjaulada, y evidentemente, esa es la conducta más difícil de todas las que tengo que cortar. Que es lo que pasa? Que espero de la vida? Magia? El otro día, pesé menos de lo que hace tiempo no veía aparecer en la balanza. Y el vuelto de la joda del fin de semana fue un kilo encima. Puta madre! Es insoportable que tarde una semana en irse, y tres días en volver. Choto, bastante.
Pero lo bueno de todo esto es que puede revertirse y volver a empezar. Creo que después de tantas idas y venidas, vueltas y más vueltas, me resigné o aprendí, todavía no se muy  bien, que este es un camino desde aquí y hasta la tumba. No dejaré de hacer dieta nunca, es muy volátil la felicidad de unos pocos kilos abajo, y los gordos somos rápidos para el festejo. ¿Cómo festejamos? Y claro, comiendo de más!
Mañana disciplina militar, y que Dios nos asista. Esto vuelve a arracar y se recicla, porque quiero seguir en bajada.

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