miércoles, 14 de mayo de 2014

Sonrisa!

Es el mejor título que puedo ponerle al post. Un gran alivio es lo que siento, ahora solo queda mejorar. Pasamos un momento tremendo, financiero, en este país donde un día estás bien, y al siguiente quedas culo para arriba. Cíclicamente sucede, y uno debe adaptarse. Creo que en ese sentido, los argentinos tenemos tantas toneladas de cascotes encima, que nos habituamos hasta a lo más feo, como por ejemplo, salir sin paraguas y que caigan soretes desde el cielo. (me subraya soretes el corrector!).
Gracias Dios! Mañana empieza una etapa nueva, que me da una sensación extraña de profunda tristeza y enorme felicidad a la vez: prometí, y las promesas se cumplen, que iba a dejar el cigarrillo. DIOS! No puedo creerlo todavía, porque soy una de esas fumadoras inmundas, terribles, que casi pueden fumar debajo del agua. Pero esta vez, va en serio. Estaré enloquecida y febril durante un par de días, adormecida, o al menos eso me pasó la vez pasada que dejé el pucho. Duré siete meses, y volví. Una boluda importante. Esta vez, no puedo fallar. Esta vez es una promesa, y voy a cumplirla. Disfrutaré los cigarrillos de esta noche, como los mejores del mundo, y listo. Se terminó el cigarro. Que Dios me ayude!

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