y otras veces, evidentemente, creo que soy chiquita, como el mamut de la era del hielo que se pensaba zarihuella.
Ojo, igual que esa mamut, siempre estoy arreglada, maquillada. No entiendo el abandono total del gordo, de todas aquellas partes que nos gustan de estos cuerpos terribles: para mi es mi cara, mi pelo. Tuve la suerte de tener rasgos armónicos y pelo lacio, que es tan preciado hoy en día (el 95% de las publicidades son para le pelo alisado.....). Veo muchas fotos en ese grupo de cirugías bariátricas, en donde en las fotos del antes, la gente da la impresión de que ni se bañaba, y después, puaaaaa, hasta los ojos pintados, uñas, verdaderas princesas. Hace falta? Uno puede ser gordo, y estar arregladito. Tener un super remerón, unas calzas y aun así estar presentable. Que se yo. No entiendo porque es el abandono total, como dejarse las canas, ni siquiera usar una crema para la cara, o tener las uñas como si rascases el asfalto con las manos. No señor. Una cosa, no quita la otra. Si algún día llego a perder ese costado femenino, estamos al horno.
Por ahora vamos bien, a los ponchazos, pero bien, en camino descendente, mi meta ahora, va a ser llegar a las dos cifras lo más rápido posible: necesito tomar forma humana antes del invierno!
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