viernes, 9 de mayo de 2014

Como si nunca hubiese comido

Esta tarde fue tremenda. Un hambre mortífera, terrible, como si hiciese 10 meses que no probara bocado. Tremendo. Supongo que eso atenta contra el descenso, y sinceramente creo que mañana no voy a pesarme, soy un globo lleno de inflamación y comida. Un día terrible, corporalmente hablando. Gracias al cielo terminó la semana. Fatal, realmente. Veremos como se desarrolla el fin de semana, tengo millones de cosas por hacer y solo dos días! Entiendo cada vez más a la gente a la que le falta el tiempo, señal de que estoy vieja. Hoy probamos uniforme nuevo en el trabajo. Esas cosas que cualquier gordo detesta hacer. y con toda la razón, porque de verdad parecía un hombre con la ropa. Amorfa, tremendamente horrible. Voy a sufrir hasta que se termine el descenso, eso es claro. Pero lo bueno es que voy bajando. Pero mientras tanto, que me pongo? Es bastante duro a veces, bah, siempre, verse con la misma ropa que a otro le queda preciosa, y a uno le queda como el culo de un mandril paspado. Una camisa, en talle 38 es mona. La misma camisa, en talle XL (sí, porque ni se gastan en ponerle un número) es espantosa! Y además de todo, se ve que la ropa está pensada para las nuevas generaciones que carecen de posaderas, me probé camisa y campera y mi enorme culo no entraba casi en ninguna! Los gordos debemos siempre adaptar esta ropa corporativa: un tajito en los laterales, o usarlo tipo bolsa, y levantado, para que la panza no impida entrar en esa ropa. Una mierda. Me reí, de todas formas, pero la verdad, que no me causa gracia: yo estoy gorda, pero hay gente muuuuucho más gorda que yo. Y que es lo que tiene que hacer esa gente? Ir en pelotas a trabajar? Ponerse una sábana atada en un hombro y decir que nació en Roma? El uniforme sería sábana y en la cabecita una coronita de laureles? Madonna santa, el gordo debería ir desnudo a trabajar? Una incógnita, para los fabricantes de ropa de trabajo. 

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